Idea

Explaye de ideas en formato diferido

lunes, 29 de diciembre de 2008

Historia de la semana: Parte 3


Aparte de las "conversaciones" que teníamos, decidí hacerle un "regalo": cuando fue la hora de la presentación en el escenario mandé decir que las canciones interpretadas eran dedicadas a ella (aquí es donde se presenta una explicación ¿cómo que le mandó?, sí, se supone que se lo debí de haber dicho personalmente...pero las circunstancias no fueron las esperadas) no me acuerdo haberle preguntado si el "espectáculo" fue de su agrado...creo que fue mejor así.

Tal vez sea necesario el resaltar que el joven que casi nunca hablaba con nadie haya empezado a "cantar" de la nada, no parece gran cosa...pero quien se lo iba a imaginar, no?

Ustedes se estarán preguntando: ¿Estos eran o no eran enamorados?, la respuesta es no, y quizás la duda se deba a que he obviado el suceso principal.

 Teniendo el contexto de las "conversaciones", nos encontramos un día en el colegio, me acuerdo que fue el 23 de septiembre, sí, día de la primavera, estábamos solos y para suerte nuestra (o debería decir para suerte mía?) ese día era feriado para el colegio, así que caminamos conversando por los alrededores, íbamos aclarando ciertos puntos en los cuales cada uno tenía dudas, una vez aclarado esto dimos por terminada la conversación, pero la verdad yo quería decirle algo más: lo que sentía por ella.

 

Quizás ella ya vaticinaba lo que tenía que decirle, es extraño cuando uno espera algo cuya llegada sea inevitable, siente una mixtura de miedo e impaciencia. Y como dice Bon Jovi…It’s now or never…así que lo hice.

 

Comencé diciéndole un resumen de todo lo que he estado escribiendo hasta ahora, explicándole porqué me sentía atraído a ella, de alguna forma explicándole lo que me hacía sentir, comentándole, declarándole, etc. Y al final para decirle lo que generalmente supone estas situaciones: le dije que la amaba.

Sino recuerdo bien ella me dijo inmediatamente: “Ahora falta la pregunta más importante”…aquello me dejo un poco desconcertado, por supuesto que no lo hice notar ya que la victoria de haber logrado decirle mis sentimientos eran suficientes como para aclarar el gris entorno que sus palabras originaron en mí. Es extraño ver cómo las situaciones que requieren de la seriedad de ambas partes se tornan divertidas, en ese instante llego un taxi con su mamá y su hermana al parecer de salida para comer, la llamaron tan apresuradamente que tuvimos que decir lo primero que nos vino a la mente para ocultar el verdadero motivo de tan prolongada conversación: “que mañana hablamos del trabajo de… que mañana no te olvides del trabajo de…”, se cerró la puerta, un adiós y el automóvil se alejó rápidamente de donde me encontraba, se había ido. ¿Quién pensaría que el taxi daría sólo una vuelta para retornar a la casa?

Sólo puedo decir: ¡Qué forma más elegante de sacar a alguien de una situación! A mí no se me hubiera ocurrido.

 

Después de aquella semana tocaba el retorno a clases, fue extraño ya que todo seguía como antes, los demás se veían iguales y nadie sospechaba lo que había sucedido entre nosotros, pero cómo iban a saberlo!! La única diferencia era que ella conocía  de mis sentimientos, al menos si quería acompañarla a su casa ya no tenía que inventar pretexto alguno para ello, la verdad no recuerdo haberlo hecho.

Recuerdo los sucesos de aquel año: cuando en una ocasión, en la que ella tenía un proyecto que realizar en el colegio, me entregó un papel con un mensaje, lo que más recuerdo de ese momento era su rostro, mostrando la imagen de la persona con una belleza jamás vista antes, dando a conocer el efecto de la sencillez, calidez y la ternura que nunca había podido ver en otros ojos, en sus ojos llenos de la más bella naturaleza vista sobre la faz de la tierra. También cuando en una ocasión se acercó a mí en una forma tan peculiar, con sus ojos fijos en mí, como si me estuviera sosteniendo con la mirada, quedándome involuntariamente quieto e inmutable ante la imponencia de su silueta digna sólo de ser vista en sueños; sí que fui privilegiado!

 

La mayoría de veces después de clases, la acompañaba hasta su casa; en el trayecto conversábamos de cosas tanto de temas superficiales como de los dignos de una numerosa tertulia o de una selecta pléyade, siempre en forma amena e interminable de ideas para cada situación. En las caminadas que hacíamos hasta su casa más el tiempo que duraba en que me despidiese de ella no eran lo suficientes como para terminar la insaciable fuente de temas de conversación, hablábamos de todo siempre en forma amena; le decía lo que sentía por ella vez que podía, cada día, que si por mí fuese me quedaba con ella, ahí conversando todo el día incluso hasta la noche…y así lo hice una vez, esto debido a la sin igual despedida que nos dábamos, ya que en vez de terminar con la conversación esta despedida ocasionaba un tema nuevo que nos tenía un par de horas más ocupados, así fue como llega una noche después del colegio, el quedarme hasta las 12 de la noche en su casa continuando con la platica, quizás haya sido uno de los errores que me costaron el total alejamiento de ella; uno nunca se quiere hacer daño pero a veces es inevitable, ignoradamente inevitable.

 

Cuando pienso que existió momentos en los que teníamos distancias, enojos entre nosotros, se dibuja una sonrisa en mi rostro y es que la verdad ahora me resulta gracioso: imagínense una riña por hablar con alguien, o porque uno decía algo o hacía un comentario que se prestaba para diferentes interpretaciones, ¡Ja, pelear por cosas como aquellas!

 

Así paso aquel año, el último año en aquel colegio, una interrupción más en esta historia. Al parecer mi familia pensó que las llegadas de noche a casa iban a seguir repitiéndose en el quinto año, acompañadas de un bajo rendimiento en las materias; de alguna manera esperaban confirmar sus sospechas cuando llegara la libreta de notas, su sorpresa fue cuando vieron que había ocupado el segundo puesto en el último ciclo del año, pero ya era demasiado tarde: me habían conseguido una vacante en otro colegio, lo cual significaba que mi supuesto de estar con ella el mayor tiempo posible en el próximo año había sido cancelado… ¡No más reservaciones para este año!

Esta es la canción de la novela koreana Escalera al cielo, por cierto muy buena, con diálogos bien trabajados y delicadeza en las escenas. Excelente, vean:

4 comentarios:

Anónimo dijo...

caramba no decias ke ibas a estudiar !!!!

Pericotudo dijo...

Cuando la mente no da para más, a veces es necesario distraer la mente para volver después con más fuerza, así nos volvemos más eficientes.

PD: Eso es todo por hoy, recuerden responder las encuestas. bye...

Anónimo dijo...

mmm ya pe shark te falto poner "le pregunte quieres ser mi enamorada" y ella dijo si y luego chapamos rico .... o no?, ta mare como nos dejas con la duda mmm
PD si no es asi desmientelo xD

edzul dijo...

El amigo pericotudo no tiene la obligacion de decir algo si no lo desea, en cuanto a la historia ummm.... lamentablemente no tuviste mucha suerte por lo del colegio, pero si uno desea seguir viendola pues como sea lo hace, ahora creo seuponer q el sentimiento era mutuo??? bueno experimentaste y "sentiste el amor", asi q bien por ti muchacho